4 Consejos para una vida más sana

Llega la primavera y con ello comenzamos a escuchar y leer muchos consejos de cómo llevar una vida más sana. Y es que después de Fiestas Patrias y los excesos, uno se decide a hacer un un cambio en el estilo de vida.
Lamentablemente en mi consulta muchas veces llegan personas que no tienen como objetivo principal llevar un estilo de vida más saludable, sólo les importa bajar de peso para el verano. Y esto se persigue a cualquier precio, siguiendo consejos sin fundamentos e incluso llegando a poner en riesgo la salud.
Por eso, en esta ocasión les quiero dejar cuatro simples consejos para poder conseguir un cambio real y completo en la búsqueda de una vida más sana.
- Aprende cuánto y qué debes comer: Lo primero que debemos hacer es buscar la ayuda necesaria, porque estamos hablando de temas de salud que repercutirán el resto de nuestra vida. Si quieres saber cuánto debes comer y qué puedes comer acude a un nutricionista que te haga un plan de acuerdo a tu evaluación nutricional. Quizás te encuentres con que no necesitas bajar de peso y solo debes disminuir el porcentaje de grasa y tonificar, lo que hará que tus necesidades nutricionales sean totalmente distintas que las de otras personas.
- Ejercicio como un hábito de vida: ¿Han visto como se llenan los gimnasios desde septiembre a diciembre? Son cuatro meses en los que casi no entra nadie más en esos reducidos lugares, ¿pero es realmente efectivo el ejercicio por temporada? Nuevamente el hincapié lo tenemos que hacer en un estilo de vida y no sólo en un objetivo puntual, como la baja de peso. Si quiero que el ejercicio me ayude a tener una vida más sana debo practicarlo un mínimo de cuatro veces a la semana, ¡todo el año! En este punto también es importante asesorarte por un experto. Si tienes algun factor de riesgo o un peso muy elevado será mejor que previo a comenzar el ejercicio tengas una evaluación médica.
- Tomar agua: Desde niños nos enseñan que nuestro cuerpo está hecho de agua y que, por lo tanto, es importante tomarla, ¿pero por qué nos cuesta tanto su consumo? La verdad es que nuestro cuerpo tiene una fuerte relación con el sabor dulce, por lo que desde que probamos jugos y bebidas es bastante fácil que casi no recordemos que exista el agua. Además, a medida que pasan los años nuestro cuerpo va perdiendo la sensación de sed… pero ojo, no la necesidad de tomarla. Para remediar esta pérdida de la sensación de sed hay una solución muy fácil y, quizás, reiterativa, pero es ¡tomar agua! Mientras más agua tomo durante el día, mi cuerpo más la pedirá. Ponte como meta inicial lograr el consumo de 1 litro de agua al día, y luego cada día ir aumentando 100 cc. Verás cómo sin casi darte cuenta llegas al consumo de 2 litros por día.
- Descansa: Un buen descanso es fundamental para sentirte con más energía, a lo que se suma que algunos estudios ya demuestran que las personas que duermen poco son más susceptibles a aumentar de peso. Un adulto debería dormir 8 horas diarias, en un entorno tranquilo y confortable.
Comienza por estos 4 puntos y recuerda que un estilo de vida saludable no sólo se refleja en tu peso, sino también en tu energía diaria y las enfermedades que puedas tener a largo plazo.
Rocío Suárez Eytel
Nutricionista
Magíster en Alimentación y Nutrición (c) Universidad de Barcelona