Sabes realmente lo que estás comiendo?

Cada día la oferta de alimentos procesados crece más, representando una parte importante dentro de nuestra alimentación.
Es cosa de ir a un supermercado y ver como cada día aumentan estos alimentos, lamentablemente con resultados muy negativos.
¿Qué debemos hacer? Lo principal es conocer lo que estamos comiendo, pero no siempre es fácil, partiendo por muchas veces el tamaño del etiquetado nutricional no es pequeño si no que DIMINUTO!
Si tenemos la “suerte” de alcanzar a leer los ingredientes del alimento procesado lo más probable es que encontremos algunos que no sepamos lo que signifiquen.
Por eso hoy les presento algunos de los aditivos más utilizados, para que sirven y qué precauciones debemos tener.
Almidón Modificado
Es un compuesto artificial, creado a partir del almidón que es el carbohidrato principal de los cereales y que no tiene sabor dulce.
Lo modifican para poder mejorar características propias del almidón pero que puedan durar más en el tiempo, como su capacidad para formar geles, aumentando la viscosidad de las preparaciones. Lo encontramos en salsas espesas, conservas, helados, yogures.
Al ser un derivado artificial del almidón genera un aumento súbito en el azúcar en la sangre -glicemia- al igual que las papas o los fideos. Es por ello que aun cuando un alimento diga no tener azúcar o ser “light” debemos revisar si dentro de sus ingredientes hay almidón modificado, porque esencialmente es lo mismo que azúcar, por lo que tiene un alto índice glicémico (capacidad de un alimento de aumentar la glicemia).
Por otro lado, también debemos cuidar su consumo ya que, en grandes dosis, puede provocar hiperactividad y malestares digestivos.
Maltodextrina
Es un tipo de azúcar que se genera en el proceso de degradación del almidón. Es más dulce que este último pero menos dulce que el azúcar. En la industria alimentaria se utiliza como saborizante, espesante, y estabilizador para altas temperaturas. La maltodextrina tiene un índice glicémico mayor que el almidón modificado, inclusive más alto que el del azúcar en sí por lo que, nuevamente, debemos revisar si se encentra dentro de los ingredientes del alimento que queramos consumir. La podemos encontrar en: productos horneados, salsas, aderezos, bebidas, cereales, productos congelados, etc.
Polidextrosa
Tiene un bajísimo aporte de kcalorías y es una fibra soluble. Se utiliza como espesante, texturizador y como controlador de la humedad del alimento aumentando su conversación. Lo podemos encontrar en productos dietéticos como chocolates o galletas sin azúcar.
Su consumo elevado genera flatulencia, cólicos y/o diarrea.
Jarabe alta fructosa
Las frutas tienen un tipo de azúcar natural que se llama fructosa, sin embargo, el jarabe de alta fructosa o jarabe de maíz es un componente sintético, utilizado como un gran endulzante, en reemplazo del azúcar, además de encontrarse en cereales, sopas, aderezos, pan, fiambres y otros. Su consumo se asocia a un aumento de peso y mayor riesgo de poseer diabetes ya que genera una elevación significativa del azúcar en la sangre.
Almidón de maíz
Es también conocido como “maicena” ya que es el almidón que proviene del maíz, puede utilizarse su versión natural o sintética. Sus usos son, principalmente, como espesante en alimentos horneados, aderezos, salsas, bebidas, pastas. También genera un efecto de aumento de azúcar en sangre pero moderado.
Goma – goma guar
Proviene de un compuesto encontrado en las legumbres, es utilizado como espesante, gelatinizante, y se encuentra en jugos, bebidas, helados, salsas.
A diferencia de los anteriores nuestro organismo no puede digerirlo como tal, por lo que al llegar al intestino grueso las bacterias de nuestro organismo lo metaboliza en ácidos grasos, generando un aumento de gases y malestar abdominal.
Glutamato monosódico
Entrega un sabor difícil de describir, no es dulce, ni salado, ni amargo ni ácido.
Además incrementa la sensación de dulzor en alimentos ácidos, amplifica la sensación producida por diversas sustancias y modifica el tiempo de residencia de éstas en los receptores gustativos, balanceando la percepción del sabor en general.
Este sabor tan especial, es considerado un sabor “perfecto” que aumenta el apetito y modifica la saciedad, pudiendo aumentar hasta en un 40% el consumo de un alimento.
Sus riesgos son bastantes y mi recomendación es siempre evitar alimentos que lo contengan.
Si quieres saber más del glutamato monosodico les dejo información en el siguiente link
Los compuestos antes mencionados los podemos encontrar en la mayoría de los alimentos envasados, en especial en sus versiones dietéticas, incluso forman parte de productos no alimentarios, ¡desde cosméticos hasta petróleo!
La idea no es obsesionarnos pero si tomar conciencia de lo que estamos comiendo.
Aunque nos vendan alimentos como muy saludables siempre debemos leer su etiqueta, y de manera sencilla si ves que tiene mas de 6 ingredientes o algunos que apenas puedas pronunciar quizás será mejor dejarlo de lado.
Espero que este tema les haya gustado.
Un abrazo
Rocío Suárez Eytel
Nutricionista
Magister en Nutrición y Alimentación, Universidad de Barcelona.