Glutamato monosódico, un aditivo que debemos evitar

El glutamato monosódico es una sal que se agrega a los alimentos como potenciador del sabor, recibe distintos nombres aditivo E-621, GMS, sal china, ajinomoto, umami.
Los glutamatos están en distintos alimentos, pero en caldos, sopas envasadas, algas de la comida japonesa, china y del sudeste asiático es donde los encontramos en su máxima expresión. Lamanetablemente hoy su consumo se esta masificando encontrandolo en varios supermercados por loq ue cada dia son más las personas que lo consumen sin saber el riesgo que esto conlleva.
Una comida china puede aportar hasta 6 g de glutamato monosódico. Una sopa de wantan puede tener 2,5 g, y se ha establecido que la ingestión de más de 3 g provoca lo que se conoce como el «Síndrome del restaurante chino», que se caracteriza porque después de minutos a horas de comer se produce una sensación de calor y enrojecimiento en todo el cuerpo, principalmente en la parte posterior del cuello, cefalea, rigidez muscular, náusea y sudoración.
También puede producir asma. No se conoce el mecanismo, pero se sospecha un efecto neuroexcitatorio o neuroirritativo que estimula los receptores pulmonares produciendo el fenómeno de la broncoconstricción.
Existen además estudios en ratas donde la utilización de GMS afecta el cerebro, causando disminución en la acción de la hormona leptina, que reduce el apetito e interviene en el control del peso corporal.
En términos sencillos, las ratas no están nunca satisfechas, deben comer más y más y suben de peso, ¿Les suena conocido?
Pero entonces, ¿Porqué utilizan este aditivo alimentario?
Este sabor que entrega el GMS es difícil de describir, no es dulce, ni salado, ni amargo ni ácido.
Además incrementa la sensación de dulzor en alimentos ácidos, amplifica la sensación producida por diversas sustancias y modifica el tiempo de residencia de éstas en los receptores gustativos, balanceando la percepción del sabor en general.
Este sabor tan especial, es considerado un sabor “perfecto” que aumenta el apetito y modifica la saciedad, pudiendo aumentar hasta en un 40% el consumo de un alimento.
En resumen tenemos un aliemnto al que nos hacemos casi adictos lo que claramente es muy bueno para la industria alimentaria.
Recomendaciones:
Evita el GMS, para eso debes leer el etiquetado de los alimentos y saber qué es lo que comes.
Ultimamente existen muchos productos que nos venden como saludables y ocupan este aditivo alimentario, por lo que es nuestro deber como consumidores estar informados y EVITARLO.
Rocío Suárez Eytel
Nutricionista
Magister en Nutrición y Alimentación, Universidad de Barcelona